miércoles, enero 09, 2008

ENCOMENDERO, MAYORAZGO Y REGIONALISMO

ENCOMENDERO MAYORAL Y REGIONALISMO
Autor Herminio Parra

[Página 63] La presencia de Bolívar y San Martín, en el Perú, confirmó una realidad continental. América Latina no tuvo un feudalismo al estilo francés, alemán o inglés. En la economía agraria implantada por el invasor español no se instalaría el clásico caballero feudal que conocemos., Aquí se instalo el encomendero con sus mayorazgos, a esto que, equivocadamente, la historiografía, y el historicismo moderno han llamado burguesía, le faltó, como ahora, conciencia de clase burguesa.,
Su inocultable individualismo encomenderíI reforzado por su escolástica aculturación teologal y cristiana, le impidió el desarrollo de una filosofía del liberalismo, dinámica y evolutiva, que integrada a las particularidades de la realidad americana hubieran podido dar paso a un auténtico capitalismo sudamericano que se intuye, pero no se ve.
La ausencia trágica de este aspecto fundamental en el desarrollo de la historia de la filosofía latinoamericana, por esas paradojas de la historia, haría más crisis en el Perú. No fue tan sólo por haber sido la capital del virreinato; ni porque su estratégica ubicación geográfica, en el continente, obligó a los encomenderos a desintegrarlo cada vez más; sino porque, además de esto, está cruzado por un territorio cuya geografía no por bella, deja de ser inhóspita, y, muchas veces, parece indomable.,
Este factor geográfico fue el que más colaboró con el individualismo de los encomenderos, ayudando a mantener el aislamiento autónomo de sus enclaves. Hecho que, en virreinato como en república, le determinó un aparato estatal técnicamente débil, sirviendo a un Estado dividido en enclaves, sujetos, a su vez, a límites geográficos mucho más estrechos y, naturalmente, con una esfera de acción limitada. De las manifestaciones culturales oriundas y contenidas en cada limitación geográfica, se aprovechó el encomendero. [Página 64]
En concordancia con la Iglesia católica y mediante la catequización quechua-hablante, sobrepuso sus retrasados valores y su mitología sobre los valores culturales nativos que encontraba, con esta yuxtaposición cultural obtuvo una deleznable conciencia mestiza que no sólo acepto legal y normalmente el despojo de sus tierras, sino que, en muchos casos, hasta los divinizó. Esta debilitante atomización domesticadora de la conciencia peruana, tuvo su más burda manifestación práctica. Se exhibió como siempre, con la defensa dogmática que el mestizo y sí nativo peruano, fundamentalmente, hacían de todo aquello que representaba la región o enclave, donde habían nacido., Representaciones en las que, estaban a la cabeza el encomendero, el cura, y el santo cristiano impuesto a la zona. Fue una defensa a la que hábilmente se le impuso un histórico membrete; el Regionalismo.
El Perú se convirtió, desde luego, en una multitud de regionalismos, constante y sutilmente, enfrentados unos contra otros, y aislados entre sí. Esta era la situación exacta de la multitud de enclaves económicos que existían dentro del territorio peruano. Todo esto, a su vez, complementaba y reafirmaba el pensamiento peruano tradicional. A cada región, y lo que es peor aún, a cada grupo étnico, correspondía una particular concepción de nuestra realidad. He aquí el "folklore" del pensamiento, del sentido común peruano. Como tal se nos presenta en variadas formas. Conforme a la posición social y cultural de los grupos humanos de los que procede. Incoherente; pero, unido por la acción de la fe cristiana.
Aquel ''pensamiento" se presentó, casi continuamente como "propiedad particular de los altos círculos culturales de la región". Sin embargo, por encima de estos grupos de casta, las luchas populares se realizaron. Unificaron al pueblo lentamente, demostraron que podían anular sus divisionismos regionales y negar la acción de una catequización cristiana como sostén de una moral corrompida y dogmatizada. Esto no significa, por otro lado, que los más sobresalientes representantes de este regionalismo pierdan su eficaz influencia histórica. Ella se da de una manera singular. Influyen sobre la población como fuerza política externa. Cohesionan a las ciases dirigentes, intervienen como elementos externos a los que el pueblo peruano tiene que subordinarse, limitando negativamente el desarrollo de su pensamiento y de su organización popular. En la práctica, ayudan eficientemente a que el pueblo continúe manteniendo una idea caótica y picara de la realidad en que se desarrolla. En resumen, el regionalismo, fue una táctica con la que el encomenderismo no solo oculto el despojo brutal de tierras, el etnocidio, y la salvaje explotación del nativo peruano; sino también, con él, tradicional presencia mostrando, grotescamente, a los libertadores: Un pueblo extraño y singular, uno en la creencia religiosa, pero dividido por todo, razas, regiones, lenguas, costumbres y leyes. Si este fue el alto precio que, el Perú y América, tuvieron que pagar para participar en la cultura occidental, no es ningún pretexto, para justificar su permanente explotación.

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