lunes, junio 23, 2025

LOS SERVICIOS A LA OLIGARQUÍA PERUANA PRESTADOS POR JAVIER ALVA ORLANDINI

por IVÁN ORÉ CHÁVEZ

Abogado. Egresado de la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional de San Marcos. Premio I Concurso de Investigación Jurídica de la Convención Nacional de Derecho Constitucional (CONADEC 2003). Primer lugar del Premio de Investigación VII Taller "La Investigación Jurídica: un reto para la Universidad moderna". Facultad de Derecho y Ciencia Política UNMSM en categoría tesistas (2004). Miembro de la nómina de colaboradores de la REVISTA CRITICA DE CIENCIAS SOCIALES Y JURÍDICAS “Nómadas” de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología - Universidad Complutense de Madrid (UCM). 

En el año 1934 Octavio Alva León ingresa como socio del Club Nacional, diputado por Contumazá en el periodo 1915-1920, en 1933 fue uno de los constituyentes que redactó la Constitución Política del Perú de ese año. Miembro del Senado de la República, fue uno de los firmantes del entreguista documento de ratificación del Protocolo de Río de Janeiro de 1942 celebrado por el diplomático peruano Alfredo Solf y Muro, consocio de Octavio Alva, por ser socios desde 1938. Otro senador ratificante fue Ignacio Brandariz, socio del Club Nacional desde 1927. La siguiente generación de los Alva tendría como su exponente a Javier Alva Orlandini, tal como lo expresa la congresista María del Carmen Alva Prieto en la sesion parlamentaria de 2023: 

"Señor presidente, me une con Contumazá la sangre de mis ancestros y grandes peruanos como mi abuelo Felipe Alva y Alva, senador por Cajamarca; mi padre Miguel Alva Orlandini, diputado por Cajamarca, y mi tío Javier Alva Orlandini igual diputado y senador y, además, Octavio Alva León, bisabuelo del congresista Cavero, que no se encuentra presente en este momento y tío abuelo mío" (https://www2.congreso.gob.pe/Sicr/DiarioDebates/Publicad.nsf/SesionesPleno/D6DD90E17E4365F9052589AC0076AEAD/$FILE/SLO-2022-11A(T).pdf).

Veamos en que consistieron los servicios de Alva Orlandini al gobierno oligárquico  de Fernando Belaunde Terry (socio del Club Nacional desde el año 1938), en las palabras del ingeniero Jim Andrew Palomares Anselmo en su libro: POR QUE ESTAMOS ASI, EL PODER ABUSIVO 11 - agosto - 2007:

" SUCESOS DEL GENOCIDIO Belaunde nombró ministro de Gobierno y Policía (ahora Ministerio del Interior), al capitán de navío Miguel Rotalde, juramentando el cargo el 27 de julio de 1964. Durante su gestión se produjo los primeros actos de violencia del MIR encabezado por el disidente aprista Luis de la Puente Uceda, y en menor medida el Ejército de Liberación Nacional (ELN), liderado por Héctor Bejar. Pidieron que las fuerzas policiales se encargaran de esta tarea, pero sucedió que el destacamento policial al mando del mayor Horacio Patiño Cruzzatti y sus hombres fueron emboscados el 27 de junio de 1965, al mes de iniciado las acciones guerrilleras de campo, pereciendo Patiño y los ocho integrantes de su patrulla. Ante la imposibilidad policial de enfrentar a los subversivos por falta de equipos, armas y sobre todo por carácter de entrenamiento, Rotalde renunció a la cartera de Gobierno.3

Es cuando Rotalde es reemplazado por Javier Alva Orlandini, un abogado cajamarquino que superó en vesania y crueldad a su predecesor Esparza Zañartu, el carcelero de los tiempos del dictador Manuel Apolinario Odría. Alfonso Baella Tuesta recuerda este ambiente previo cuando los militares asumieron entrar en la contienda: ―Pero no fueron los militares quienes decidieron ir a la lucha. Lo hicieron por que lo ordenó el gobierno, fue el parlamento que aprobó la participación del Ejército, fueron los norteamericanos los que proporcionaron los elementos bélicos necesarios, fue la IPC (Internacional Petroleum Company), la que instaló una fabrica de NAPALM (la más poderosa bomba incendiaria creada por el Ejército de Estados Unidos empleada en Vietnam), en la selva de Madre de Dios para incendiar los bosques y sembríos de los campesinos, fueron las empresas peruanas ahítas (importantes) de dinero las que hicieron un fondo para premiar a los soldados que participaron en la lucha fraticida‖.4 El Ejército peruano triunfo con el saldo de ―56 bajas (entre guerrilleros y uniformados), 5000 horas de vuelo de aviones de bombardeo, transporte y helicópteros, incluyendo los Hércules C – 130 de la USAF (Fuerza Aérea de los Estados Unidos), el encarcelamiento de 3600 ciudadanos, el incendio de 14000 hectáreas de tierras de cultivo, el cambio de ubicación de 93 caseríos con 19000 habitantes y ocho mil campesinos masacrados (calcinados)‖.5 (La mayoría del texto de la masacre de 1965 podrá encontrarlo también en el diario la Razón 24 octubre 2005. Págs. 9, 10 y 11).

LA QUEMA DE LIBROS El pasado siniestro de Javier Alva Orlandini fue puesto a descubierto públicamente en 1967 por un notable peruano ya fallecido: el ilustre editor y librero don Juan Mejía Baca. Y en 1980 fue perennizado en su obra ―Quema de Libros, Perú 67‖ La campaña de alerta la dio Juan Mejía Baca en una carta publicada en el diario ―La Prensa‖ el 03 de enero de 1967, donde relató, que un año después de los sucesos de sangre, o sea en 1966 ―los libreros comenzamos a sufrir el retrazo de la recepción de paquetes de libros‖ Alva Orlandini no se daba aludido por las publicaciones de Mejía Baca. Los enemigos de la cultura, protegidos por sus órdenes y el poder político del gobierno 
Belaundista, seguían entregados a su tarea de decomisar y trasladar los libros a incineradores improvisados en ladrilleras ubicadas en los extramuros de la ciudad. Mejía Baca se embarco a partir de ese momento en una batalla que solo culminaría con su muerte, por que nunca transó con la incultura, la intolerancia, la caza de brujas y persecución de ideas, y acusó a Alva Orlandini, y al gobierno que lo acogía que era el de Fernando Belaunde, de haber repetido los atropellos del torquemada de la época de la inquisición virreynal.6 Una vez que Juan Mejía Baca tuvo la evidencia de que en Correos de Lima se efectuaba requisa e incineración de libros, los términos de su denuncia fueron divulgados por el desaparecido diario ―El Comercio Gráfico‖, en su edición 24 de julio de 1967, donde dijo: ―Centenares de libros han sido quemados o se han ―perdido‖ en las oficinas de Correos y Telecomunicaciones‖. Seguidamente dio cuenta ―El Comercio Gráfico‖ el 27 de agosto de 1967, Juan Mejía Baca devolvió al Ministerio de Relaciones Exteriores y de Educación la ―Orden del Sol‖ y las ―Palmas Magisteriales‖, respectivamente por intermedio del notario público Dr. Chepote, dando una lección moral al devolver tales galardones. Para que no queden dudas sobre la nefasta labor del ministro de Gobierno y Policía Javier Alva Orlandini, la Comisión Investigadora de la Censura de Libros de la cámara de diputados, según dio cuenta el desaparecido diario ―La Prensa‖ en su edición del 26 de abril de 1967, admitió que había incautado once oficios firmados por Alva Orlandini que autorizaban la destrucción de una serie de libros por considerarlos peligrosos. Finalmente, la banderilla final, fue colocada por el ex jefe del SIN, General EP Carlos Linares Molfino, quien reconoció ante la comisión mencionada que su organismo practicaba la censura de libros ―A pedido del Ministerio de Gobierno‖ y que ―se rechazaban todos aquellos libros que atentaban la soberanía del país‖. En el prologo ―Quema de Libros, Perú 1967‖, menciona ―Nunca habrá fuego suficiente para quemar todos los libros que cada segundo nacen, ni suficiente mentira y calumnia para confundir a los hombres de ideas y convicciones: estas no se compran ni se venden, en cambio ellos se fabrican en serie en cualquier pentágono‖.7

https://www.academia.edu/1320354/POR_QUE_ESTAMOS_ASI_EL_PODER_ABUSIVO

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