LA NUEVA NOBLEZA COMUNISTA PERUANA Y EL PRINCIPADO DE SARRATEA.
Por Iván Oré 16.04.2022
La forma como esta nueva nobleza de alucinados de
este gobierno de izquierda desprecia, basurea, insulta y menosprecia al pueblo
peruano es demasiado descarada. Ni un oligarca llegaría a tanto clasismo y
desprecio hacia la gente. Estos nuevos aspirantes a ricos han superado a los
oligarcas a quienes quieren emular. Frases burlescas contra el pueblo como “hemos
venido de las cuarentenas ya la población ha aprendido a cómo movilizarse en
las calles”, mencionada por un ministro del régimen en alusión a que este
gobierno comunista decreto un toque de queda de una media hora a otra al
publicarlo a las 11.30 de la noche en pleno día laborable en un país donde mas
del 60% de los peruanos viven del día a día. Además, en cuarentena de marzo del
2020 que se decreto de una hora a otra, muchos tuvieron que regresar a sus pueblos
y villas a pie caminando decena de kilómetros.
Otro miembro de la corte comunista de Castillo-Cerrón
se expreso de una forma que se esperaría más de un rancio barón del azúcar que
del titular de la cartera de Justicia y Derechos Humanos: “El ciudadano que no
acata simplemente tiene que entender que en el país hay normas, que hay un
estado de derecho, y están con una disposición dada por mandato constitucional,
y seguro se tendrán que someter al arbitrio del orden público. No queda otra salida.
No creo que se queden sin comer porque es un día”. Esta cúpula comunista
tiránica quería hacer creer a la gente en base a un informe secreto mandado hacer
a pedido, que iba a suceder un evento catastrófico, apocalíptico y desastroso
por lo que decreto el confinamiento domiciliario aun contra lo mas humilde del
pueblo que come comprando del dinero que logra conseguir ese día. Pero parece
que este nuevo cortesano palaciego no entiende la realidad del pueblo o lo más
probable es que disimule que alguna vez estuvo ahí.
Otro sujeto del circulo palaciego, la mano
derecha de Castillo, salió a decir que: “No veo tanta escasez en los mercados,
ahí está el pollo. Lo que pasa es que ha subido el precio. Los precios por ley
no los podemos bajar. Hay que consumir pescado que tenemos en bastante
cantidad". Ni a María Antonieta de Austria se le hubiera ocurrido una frase
como esta. Para este maestre palaciego como el mar de Grau tiene mucho pescado,
hay que preferirlo al pollo. Lo que no sabe este personaje es que los enormes
desiertos costeños albergan inmensas granjas avícolas, pues pollo también tenemos
en cualquier cantidad. Es su gobierno mediocre el que hace encarecer los
precios, pues esta cúpula esta cómoda consumiendo carnes finas en un palacio.
Ellos mismos provocan con su mediocridad el aumento de precios y ellos mismos
te dan la solución: Una nueva Constitución donde puedan enquistarse garrapatezcamente
del sudor y sangre del pueblo peruano. Mas de un ignorante y resentido social caerá
en las garras de esta cúpula de buscavidas.
Pero la frase roja que superó a todas fue la del
encargado de la defensa, una frase que ni siquiera se le hubiera imaginado
decir al cancerbero de la república aristocrática de inicios del siglo XX; “Son
cuatro muertos, nada más”, incluyendo entre los finados a un niño pre púber
que salió a las calles porque su familia con su padre inválido no tenía para
comer; el palaciego lo dijo mientras
estaba rodeado de su guardia de seguridad, así cualquiera se hace el valiente para
menospreciar las vidas de los peruanos en plena calle llena de gente pidiendo
que los dejen trabajar para poder comer. Este ministro no actúa como si
estuviera encargado de la defensa del pueblo, al contrario, solo parece
defender a una cúpula de recién salidos de la nada que hacen de hambreadores y
despreciadores del pueblo peruano.
Ahí tienen a su “Gobierno del Pueblo”. O que
esperaban, a un Mahatma Gandhi o un Martin Luther King quizá. Si es así, el
pueblo debería conocerse mas a sí mismo, pues nada de eso tendrán, sólo conseguirán
a lo peor del pueblo dispuesto a enquistarse en el poder para no volver a
regresar de donde salieron. Y para enquistarse degradarán al pueblo, lo
hambrearán y harán que el pueblo se enfrente entre sí creando fantasmas como el
“monopolio”. Que fácil resulta para estos tipillos someter a un pueblo expuesto
a una propensión hacia la cobardía, la corrupción y la ignorancia.