En este sufrido Perú de contradicciones y posturas destempladas ante la realidad peruana de un reclamo popular milenario; avasallados por la petulante prepotencia de unos pocos bendecidos por la oportunidad de origen, desconectados del sentido de culpa o responsabilidad inherente a su propia condición de beneficiarios de la buena vida. Así como también, las clases sociales arribistas, convencidas de su falsa valía, de su importancia natural y excluyente ante los hombres simples del Perú, no encuentran mejor manera de vivir, que ir tras la vorágine de la comunicación, agotando el tiempo del análisis y la reflexión, golosos del siguiente acontecimiento que ha de darles el consuelo y la tranquilidad de la ignorancia del pasado inmediato… apenas un tiempo atrás.
No se nos escapa, esta condición de olvido fomentado. De ignorancia mediata. De elusión de la responsabilidad social, dominados por el placer inminente del mañana: ¡qué importa lo que queda atrás! así sean los muertos del sistema, los muertos que no nos conmueven, que no nos importan, los que son, la sumatoria del daño colateral…En todos estos conflictos existentes, hay quienes están empeñados en exculparse de su participación en el entierro de las ilusiones de las vidas idas. De su culpa por su falta de participación.Los hay peores.
Hay protagonistas que actúan rasputinamente ocultos detrás de los telones del escenario de la sociedad, y creen que no nos damos cuenta que usan su poderosa magia. Esa que silencia, que transforma, que colude al traidor. Esa magia que arrebata y avasalla: el dinero.Esos rasputines de la sociedad peruana, hacen del estado su arma de guerra contra todo aquel que ose enfrentar su poder y su sentido de clase superior.Hay que señalarlos…hay que desenmascararlos…hay que obligarlos a dar la cara y no ocultarse detrás de los gobernantes que colocan en el poder con el convincente parloteo del gran cambio, de la gran transformación.
Hoy nos toca vivir conflictos mineros defendidos por líderes izquierdistas - claro, sería ilógico, un contrasentido, que los de la derecha defiendan a los campesinos – quienes con sus piedras y sus palos y sus hondas, chacchando sus cocas y su "yonque" para el frío, continúan peleando en la pampa para evitar que los sigan avasallando con mendrugos que caen de la mesa de los ricos de siempre.Al mismo tiempo, los medios de manipulación de masas, siguen las órdenes del poder oculto, y las mueven a favor de los desalmados conquistadores de siempre, de los terroristas del dolor, del hambre, de la infame exclusión de los hombres simples, que deambulan por montes y quebradas en espera de justicia. Seguimos los conflictos, manipulados día a día, apoyando a una de las partes: o al gobierno, o al pueblo, vilipendiado como terroristas, ultras, antimineros, izquierdistas y demás epítetos.
Y los beneficiarios del juego: los ricos ocultos de siempre, esperan en la sombra el puntillazo final de la protesta, con el uso de las armas, el estado de emergencia, y las muertes de balas de las fuerzas del orden… Los ricos ocultos no aparecen nunca. No hay un vocero oficial de los mineros formales - esos que cuentan con poderosos bufetes de abogados y contadores que reducen las utilidades avaramente - y se dan por servidos con unos extensos comunicados a página plena - generalmente en el Comercio - casi como si estuvieran ofendidos de tener que dar una explicación del manejo que hacen de sus ingentes riquezas - en la explotación de los suelos y subsuelos- a los pezuñentos campesinos, terrucos izquierdistas, y para qué diablos han nacido estos serranos ignorantes de….Los ricos ocultos no están en el escenario…están detrás del telón.
Son los que producen las cifras de pobreza y extrema pobreza con sus avaricias y su lógica de no compartir su riqueza.Los ricos ocultos, tiene sus escuderos en el poder de turno. Nunca dan la cara, salvo para mostrar su desprecio, afirmando que llegaron con los conquistadores y afirmando que los que se le oponen -caso de Cajamarca- son los cajamarquinos mal nacidos.(Roque)¿Cómo resolver conflictos cuando el generador del mismo se esconde? ¿ Cuando una de las partes no da la cara? Cuando el explotador de la mina facilita los medios económicos y logísticos, para que se frenen las protestas y no dan muestras de sensibilidad social.Difícil es cambiar una arrogancia heredada.
Los ricos ocultos no van a cambiar. Solo lo harán cuando les demos donde más les duele: en el dinero. Más difícil es obligar a un gobernante que cumpla sus promesas: él está con la parte generadora del conflicto. Las falsas promesas son las armas infames que le permitieron llegar al poder para servir a los ricos ocultos.Por ello siempre debemos preguntarnos: que pasaría si las fuerzas de izquierda no existieran? No nos engañemos este sistema va a continuar… hay que fortalecer a las izquierdas progresistas.
Carlos Freundt de la Puente
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